Aranceles de la vida
Observar que algunos de nuestros más recientes candidatos, en busca de
algún tipo de liderazgo social, mantienen como comunes características
identificadoras, una inoperante búsqueda, de imaginarias aventuras, en las que
suelen sobresalir, los altos desdenes de hombre superior, de soberano escéptico,
y de excéntrico inimitable y exquisito.
Así que, la admisión de líderes, de bizarra fanfarronería como estos, en
este soberbio mundo, donde predomina la escenografía, de la aventura y de los
prodigiosos avances tecnológicos, tan sólo justificaran estimar, que con ese
formidable pulmón artificial de coloso que se les asigna, que absorbe y
transformara con su potente vitalidad, todo el aire viciado de esta podrida e
incomprendida globalización.
Sin embargo, aunque no lo protejan, deberán explicar que siempre prevalecerá,
que la igualdad de derechos entre los hombres, resulta de la identidad de
naturaleza y de su misma constitución, debiendo presidir la equidad a todas las
transacciones, por ser una consecuencia natural de la igualdad de naturaleza y
derechos.
Con lo cual, se lograra la eficacia de los términos de la conciencia, y
existirá, si la idea, está en razón directa, de la manera de dirigirse, del
espíritu que le anime, de los principios que sirvan de punto de partida y del fin
que se proponga.
El hombre solo se eleva, cuando da preferencia al alma sobre el cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario