Amor Inductivo
Saber alejarse, a pesar
de estar enamorado, resulta un acto pintoresco, en el que se intenta
interpretar, cierta cordura; relacionando el amor con la locura, la vida, el
dolor y la muerte.
Para lo cual, es necesario,
cambiar la significación y tolerancia de la palabra, dado que son
circunstancias, que tienen principio y fin, y para ello, hemos de admitir con
independencia y sinceridad, la sustancia del amor, de los cuerpos, de los espíritus
y de sus cualidades en el tiempo y el espacio.
El tiempo, lo solemos
interpretar, como duración infinita, sin principio ni fin, y siempre constitutivo
de la eternidad; resultando condición ecuánime necesaria, para la
interpretación, de la inmensa relación del espacio.
Aunque todo esto, son
juegos de nuestra propia fantasía, siendo el resultado, de la idea, que forma
nuestro espíritu, que persigue el bienestar.
Hemos de interpretar,
que los cambios, salidas y soledades, son resquicios del alma, y no resultan
esenciales en el tiempo, y si lo son a las cosas que tienen principio y fin, y si
estas, sólo existen en el tiempo.
Ya que la duración de
un ser, que no sufre, ni puede sufrir alteraciones en el tiempo absoluto, es la
intrínseca eternidad, como son los días y las noches en el planeta, porque solo
en ella, encontraremos la sucesión y por consiguiente la relación de antes y después
con el pretérito, presente y futuro, y ese es el concepto de la idea del espacio
y del tiempo.
No trate de entender, intente vivir.
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