Se suele expresar, que
lo más difícil de la distancia, es reconocer que no sabes con seguridad, si te están
extrañando, o te están olvidando. También hemos de decir, que no puede, resultar,
ser temerario, suponer que alguna circunstancia puede influir, en los tristes desenlaces
del amor; ya que siempre existe la posibilidad, de poder recordar esos
momentos, al poder contemplar tus pensamientos en esas vicisitudes, y observar,
la radical contradicción entre tus propias ideas y las normas sociales en esos
momentos aceptadas.
Analizando, es donde podrás
observar, con contradicción frecuente, la especulación mental, las nuevas
tendencias y hábitos de tu pareja adquiridos, que lograran glorificar con soberano
desprecio, doctrinas que pueden ser opuestas a las tuyas, ya que lo norma
habitual es que te procuraran perderte en las tinieblas de la locura.
La regeneración de esos
amores, implicará el reconocimiento de nuestra decadencia y derrota, como
muestra dolorosamente expresiva, de esa funesta tendencia de nuestra juventud,
que se aleja de los fines y compromisos, que resultan propios y comunes en esa
época, y propiciará una verdadera y fecunda esencia de transformación pedagógica,
para que pueda servir de bendición, a esa inestable unión, y que deberá afectar
forzosamente a todos las manifestaciones de la vida en común.
Pero también, existe la
realidad de nuestra limitación, de nuestra imperfección, y de nuestra
impotencia, para conseguir compartir la felicidad, en la que te acostumbras a
no tener valor, en la vida, que rápidamente se impone, y que nos puede avocar,
a renunciar de esa armonía, como alternativa que nos destina la naturaleza,
nuestros sentimientos o los ideales.
El procedimiento se
expresa con una exaltación que desaparece pronto y que tan solo se constituye, gozando
del presente y proyectando su goce en doradas esperanzas sobre el porvenir. Y para
no llegar, a los extravíos de tu única providencia, consistiría en intentar
aleccionar el entendimiento, como seguridad inefable, para centrarnos en lo
real y no en lo ilusorio, para conocer qué es lo que ocurre o pasa y que es lo
que queda.
Hoy te extrañe no sé si fue mucho o fue poco..
Solo se que fue demasiado para solo un día.
La luz
es aliada de la belleza en el amor.
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