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miércoles, 7 de noviembre de 2018

Sentimiento y razon del arte ..... Afecto

Sentimiento y razón del arte
Las artes, como las pasiones, nacieron con el hombre y las bellas artes no dan, ni pueden dar la idea, del estado de civilización de los pueblos, porque esta se logra con la experiencia y la razón, y aquellas nacen del sentimiento; la razón y la conciencia, habitual y lentamente progresa, el sentimiento no, la tristeza, la alegría, el amor, el odio, la ira, los celos son y han sido siempre iguales, desde que el hombre existe  y se han necesitado cientos de años, para comprender y aceptar los derechos naturales, que aun hoy, no se hallan en la conciencia de todos.
Acercándonos a  la erudición y el ingenio, podremos decir, que el arte puede variar de aspiraciones y de rumbo, pero también que no se adelanta ni retrocede.
El arte ha sido siempre una necesidad, y esta es puramente moral, no es un capricho, ni un lujo, no es algo convencional y tampoco ficticio. Lo describimos como una necesidad puramente imperiosa, que con un número incontable de esfuerzos de la humanidad, se ha destinado a satisfacer las necesidades.
El espacio en el arte,  pertenece a las cosas que se nos presenten, porque nosotros se lo retribuimos y  el tiempo es la forma del sentido íntimo, o la intuición de nosotros mismos y de nuestro estado interior; porque el tiempo no es la determinación de los objetos externos; no pertenece a ninguna figura, ni a ninguna condición sensible, sino que determina la relación de nuestras representaciones en nuestro estado interior.
Si se llegara, a considerar el espacio y el tiempo como propiedad, resultaría que para ser posibles, deben encontrarse en las cosas mismas, pero estas circunstancias, como conocer el tiempo en que se desarrolla, como encontrar la expresión de belleza o la manifestación de ideas, no será una deducción clara y  pueden resultar simplemente existencias, que terminan siendo puras apariencias, dado que son la realidad de dos nadas, el tiempo y el espacio.
Podemos fijarnos que el artista se halla dotado de una inclinación hacia una perfección indeterminada que llama belleza, de la cuál, que quiere dotar a cuanto le rodea. Resultando el arte, el encargado de lograr ese fin, aunque suele suceder que sin conseguirlo nunca de una manera fija y estable, porque la inclinación que obedece al artista, es inquieta e insaciable.
Cuando haya alguna forma que le satisface, es el sentimiento, pero se cansa pronto de ellas y las abandona, tratando de encontrar la perfección, mediante el razonamiento, por otro camino.

El ideal desconocido del arte
es el que injustamente lo transforma
con la perfección de la bondad.



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