El sadfishing
catalán, de la I a la zeta.
El sadfishing político,
en general, igual que se produce en personas, también se postula en la actitud
de colectivos, reflejando las conductas que buscan llamar la atención, con las
que una o varias personas tratan de ganarse la conmiseración de los demás o su
validación. Esta búsqueda de atención, suele estar asociada con la baja
autoestima, soledad, narcisismo o maquiavelismo (es decir, el deseo de
manipular a otras personas).
Singularmente existe un
estudio, que ha definido que la forma de expresión, en que una persona percibía
la gravedad, de este abuso, dependerá de cuán importante sea la denominada “triada
oscura”, es decir el narcisismo, maquiavelismo o psicopatía.
Donde en este
encarecido juego, de personalidades políticas, algunas personas, pretenden obtener,
una necesidad de aprobación excesiva, resultando una actitud encarecidamente dramática,
exagerada y con un desvirtuado y atemporal anhelo por ser valoradas.
Luego, puede que todos los
intereses, y todas las personas, que sostienen este tipo de situaciones, sean
difíciles de reconocer, a menos que admitan su comportamiento abiertamente.
Porque es importante
ser conscientes, que todas las manifestaciones hipócritas, sean ocho, o tal vez
nueve, como “matrioshka”, pueden hacer más daño, que otra cosa, a pesar
falsamente de correr el riesgo, de sufrir una disminución de su autoestima,
ansiedad y vergüenza.
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