Camino sin retorno
Ante un contexto
mundial de previsiones, y resultando en este periodo, el nacimiento de una nueva
forma de ideología económica, dictada por los expertos de macroeconomía, la
estrategia actual será, no invertir en algo que no se entiende, y mucho menos caminar
improvisando, sin ninguna estrategia.
Observamos, que en este
periodo de colapso de los mercados, existe un pánico creciente ante una
pandemia internacional, en la actualidad intentar conservar el capital, es uno
de los problemas apremiantes. Y aunque existen, en estos momentos muchas
herramientas para invertir, como productos bancarios, bienes y raíces, valores,
empresas de tecnologías, ninguna afirmará dar una seguridad financiera, porque
si observamos el pasado reciente, el mercado y la economía durante estos últimos
cinco años, fue el escenario clásico de crisis por superproducción.
Y en estos momentos la
pandemia, con sus limitaciones restrictivas se ha convertido en un poderoso provocador,
enfrentándonos próximamente a una crisis de falta de demandad agregada.
Si bien la configuración
de la cuarentena, ha permitido el llamado modo manual de reducir los volúmenes de
producción y a su vez de reducir el empleo en la economía global.
Y en el futuro, lo que ocurrirá
es que los ingresos agregados, de las grandes masas de trabajadores y población
no crezcan, por lo que el consumidor se volverá cauteloso y pasivo, por lo que
la demanda final será baja y en este
contexto no se puede esperar que las ofertas de inversión crezcan.
Y dejando de mirarse el
ombligo, percatarse que los factores tanto políticos, sociales como económicos
de alta incertidumbre, sumados a los fenómenos de embustes y eventos, poco
claros, que ocurren constantemente en el escenario, están afectando en gran
medida en los vectores de desarrollo económico, y en consecuencia en un retorno
de la inversión.
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