Nueva farándula
Cuando
logramos establecer armonía y equilibrio en nuestra conciencia, comenzamos a
encontrar lo mismo en la vida. Es el momento de poder está aquí y ahora, en
nuestras mentes. Cada uno de nuestros pensamientos literalmente crea
nuestro futuro. Las fuerzas del universo nunca nos juzgan ni critican. Nos
aceptan como somos. Y luego refleja nuestras creencias automáticamente.
Ahora, el actual
presidente, y sus adláteres, están otorgándonos descaradamente a interpretar,
que les cuesta intentar vestirse, en su nueva realidad, tal vez, para convertirse en los dueños de todas las cosas
maravillosas, que puede establecer una programática, aunque primero deberán
creer que es posible.
Sin embargo, visto hasta la fecha lo sucedido, todos
sabemos que cuando una persona decide asumir una responsabilidad, deja de
perder el tiempo estúpidamente, culpando al tiempo, mediante la invitación a la
participación.
Porque las correspondientes circunstancias, de
desamparo nacional, que han provocado, no pueden llegar a corresponsabilizarse,
ni mezclarse nunca, porque incluso para pedir ayuda, existe una etiqueta y un
protocolo de ética, que procura en estas situaciones, unas formas con un
respeto absoluto, entre los miembros a
designar, donde no se puede expresar ni decir, que se tiende una mano, como un astuto
carterista y al mismo tiempo despistar a la víctima y ahuyentarla con tus
compañeros, manifestando insultos y odios continuos, fuera del contexto.
Solicitas reiteradamente colaboración, y a pesar de
hacer ilegítimamente muchas irregularidades, sigues sin ser consciente como un digno presidente,
que lo que está en ese poder: en su nivel actual de comprensión, conocimiento y
conciencia.
Y es de bien sabido por todos, en este momento, que los
ciudadanos, durante años y más en estos últimos días, han podido meditar,
aprendiendo y con un temor relativo, ahora son conscientes de los trucos de la farándula
presidencial.
Cabal y razonadamente, intentar efectuar presiones
indebidas, a diestro y siniestro, es decir provocar algo, que no tiene nada que
ver con las intenciones, que dicen se pretende, no definen ni el respeto, ni la
adecuada consideración a la ciudadanía, ni la participación. Es en realidad, querer
encubrir prejuicios y un grave problema, ya enmascaradamente enfermizo, con una sencilla socio-psicología
popular.
Siempre recordamos, que nuestra fuerza interior,
depende de cómo valoramos nuestro derecho a ser dignos, en esta vida que nos toca.
Ganar fe es un proceso instantáneo, un salto a la nada. Solo necesitas
tomar y confiar en ti mismo, con el poder interior asociado con la mente universal.
Construimos nuestras creencias en la infancia, esa que
nos quieres quitar, y luego nos movemos por la vida, recreando situaciones que
se ajustan a nuestras creencias.
Tu mente es tu instrumento, y tú decides cómo usarlo. Recordar
constantemente tu pasado, significa enfermarte conscientemente, y eso es incapaz
de observarlo también alguna vicepresidencia. Y aunque el pasado se fue para
siempre, es un hecho, y sabemos que no te va la vida, que no hay nada que puedas
hacer.
Sin embargo, poder ayudarte, es decir que modifiques tus
pensamientos sobre el pasado. Dado que nuestros pensamientos, no tienen
poder sobre nosotros, hasta que nos subordinemos a ellos. Aleja los
pensamientos que te hacen infeliz, haz las cosas que te gustan, y conoce a
personas con las que te sientes bien y honestamente márchate.
Todas nuestras relaciones con el mundo exterior
reflejan nuestra actitud hacia nosotros mismos. ¡El amor no es una
manifestación externa, siempre está dentro de nosotros!. Donde la presente afirmación,
es un reflejo de tus creencias.
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