Síndrome económico
de Munchausen
Este primer
trimestre del año, lo que comenzó como una crisis de salud, explotó por no
efectuar una previsión, en una crisis humanitaria o de pandemia, y luego
rápidamente se convirtió en una crisis económica, y con un desempleo sin
precedentes.
Y también
ahora, es una crisis moral, al menos en España, lo que debiera a obligar a los
líderes a intentar equilibrarse, salvar vidas y salvar medios de vida, pero no está
ocurriendo, por la falta de preparación, el desinterés y la misma despreocupación
del gobierno, que sigue sin asumir, ni establecer las medidas oportunas.
Además de
todo eso, estas crisis se combinan en la era de las redes sociales, por lo que
las imprevisiones, los errores, la incompetencia, los prejuicios, los caprichos,
junto con las indecisiones sin sentido, y la poca seriedad de la rectificación,
por no enfrentarse adecuadamente a los problemas, rápidamente se propagan y se contrastan,
y pueden llegar a producir la desconfianza, el miedo, y toda esa información se
analiza contantemente al instante, y los
que se habían creído vanidosamente ser líderes pueden verse desafiados, porque tan
sólo representan las escenas interesadas, luego serán analizados, criticados y
expuestos desde un millón de direcciones diferentes.
Aún distrayéndonos,
incluso con las mejores prácticas, totalmente transparentes sobre las
tecnologías, y los datos que desean recopilar para rastrear nuestros
movimientos y contactos, siguen, y no están cumpliendo con su gran
responsabilidad.
Ahora el
gobierno, pretende cruzar esta línea roja, de soberanía nacional, ante Europa, que defiende George Soros, con la
solicitud de los corona-bonos, y esto haría más daño que bien.
Admitir, los corona-bonos con la intención, de
ser una deuda perpetua, violarían un principio fundador de la eurozona, una
promesa central que ayudó a convencer en su momento a Alemania de la idea del
euro en primer lugar: Donde cada país es responsable de su propio presupuesto y
nadie podrá vivir a expensas de otros.
Incluso si
se pretende que esta medida sea temporal, los nuevos enlaces corona se
considerarían como una apertura de las compuertas. No solo despertarían
partidos populistas antieuropeos, al mostrar cuán maleables y volubles están
resultando ser las reglas, también difundirían el euroescepticismo en el centro
político.
Intentar
constituir un fondo, mediante la venta de "bonos perpetuos", sobre
los cuales el principal no tiene que pagarse (aunque pueden recomprarse o
canjearse a discreción del emisor). Resultaría comprometer la soberanía de la
nación y de sus generaciones. Es el viejo y típico dilema de George Soros, entre
desintegración o avivamiento, aunque siempre resultan ambas cosas.
Respondiendo
a la práctica, que siempre que el país resulte suficientemente empobrecido,
puede sentirse atraído por ese patrón.
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