La conciencia moral del
pensamiento
Al igual, que cada una
de las fuerzas de la naturaleza, las condiciones sociales que se insinúan ante
la sociedad y los diversos fenómenos que producen, a medida que fueron siendo
por su repetición conocidos y esperados, obtienen un nombre, como por ejemplo
el embuste, en este caso el nombre de
embustero, prevalecerá en la imaginación de los ciudadanos personificado
eternamente bien pronto.
Así mismo en la
sociedad virtual, también concurre en esas características de movimientos, y se
crean subvencionados con dinero público y artificialmente la antítesis de los
tipos de pensamiento que representan estos nombres, como pueden ser los
verificadores de bulos como Newtral y Maldita, censurando por motivos ideológicos
estas fuerzas de pensamiento opuestas, y estos fenómenos de libre opinión ciudadana.
En controversia se
justifica, y se pretende únicamente permitir ante las respetadas instituciones
existentes, si esa denominada libertad de expresión, aunque sea fuera de
ejemplo, dado proviene de un portavoz revestido con cierto carácter oficial ,y queriéndole
dotar de poderes omnímodos, frente a todos los ciudadanos.
Con lo cual, existe en
consecuencia, en todo ello, posturas y actitudes razonables de hombres
bienhechores y de hombres maléficos, según sean para el conjunto de ciudadanos,
buenas o dañosas las actitudes que representan.
En la naturaleza, conocemos
que el propio sol, el dios del sol, es el primero de los dioses buenos, porque
la luz es la que saco al mundo del caos, las tinieblas, y de este
confinamiento, es la que nos suprimirá el arresto y nos dará el ser. Y este
tipo de primacía es lógica, porque el sol y su luz, fueron para el hombre
primitivo, como puede ser para nosotros, lo mejor y lo más hermoso, lo que da
la vida, la salud y la alegría.
Dentro siempre del
mundo material, nos puede inspirar confianza la realización de Test, y el ciudadano se podrá connaturalizar, con
sus temores; habiendo reconocido la superioridad de lo que le rodea, y se
aplicará a darse cuenta de lo que de nuevo ve y siente.
Clasificará sus
observaciones, y así como ha dado un nombre, a cada clase de fenómenos, le
asignará también un lugar en la jerarquía que se forma, según la importancia
del bien o del mal que inmediatamente le producen.
Más adelante, vendrá el
juicio y empeñada ya la conciencia, los ciudadanos seguirán teniendo otros
principios, igualmente lógicos y necesarios, debido a la calma bienhechora, porque
los pensamientos, y actitudes de los hombres buenos vencerán siempre, a favor
de esta nueva determinación y conocimiento nuevo, quedando definitivamente
proyectada la victoria de la verdad del bien, sobre el embuste del mal.
Esta será la base de la
conciencia moral, cuya luz principal y el mito de Osiris, que lo representa en
un pensamiento, será más profundo, que ningún pensamiento anterior.
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