Precipicio: Aherrojados
colaterales
Signifiquemos la
ligereza de secundarios, a todo lo que se refiere a un efecto colateral, aunque
si bien, ante un escenario actual dibujado, resulta lo suficiente, para darnos
idea de lo que son las fuerzas, capaces de carbonizar, o lanzar por los aires, como leves plumas, a la humanidad entera.
Porque los señores, del
actual gobierno, han actuado y se vienen comportando, a contrapelo, sin
compromiso, ni consideración, ni respeto a la ciudadanía, a seguir, al mismo
tiempo, como salvajes, y brutales inconscientes, de las consecuencias de un próximo
devenir, si no se efectúan Test, habiéndose presentado ya las circunstancias
asintomáticas de la enfermedad.
Observamos con
desagrado, el privilegiado consentimiento gubernamental, donde se manifiesta el
vicepresidente, al público, sin un dominio de sí mismo, incapaz de guardar una obligatoria cuarentena y donde también desconoce, que con un silencio, se da más ejemplo de
humildad a los humildes. Y para que las diferencias, salten a la vista y el
parangón quede completo, nadie solloza las penas, de un bien denominado “vende-obreros”.
Así que sigue, siendo
todo, una iniciativa, que perturba una “sin libertad genérica”, para obrar o no
obrar, sin un claro conocimiento, sometidos a inconsistentes leyes fiscales y donde
somos aherrojados con los humillantes grillos de sus cálculos.
Reconocer a los soberbios
asesores, que aunque se jacten, jugando a publicar con números aleatorios, una actual
y supuesta votación electoral, que por grandes, que resulten las ilusiones
acariciadas, por la política, acerca de su particular soberana razón, observarán
a cada paso, que se encontraran, mal de su grado, con las evidentes pruebas de
la inocencia y engreimiento, de los que creen iluminarlo todo, con la brillante,
pero limitada antorcha de la humana inteligencia.
Nota, al ridículo "Vende-obreros".
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