Épocas del Alma
Recordaremos, que las mejores
manifestaciones, de nuestros sentimientos, son todos aquellos arranques, de
entusiasmo y fantasía, donde las explosiones de la inteligencia y el corazón,
han de ser libres y bellas.
Lo que es íntimo como
el cariño, lo que es espontaneo como la amistad, lo que nos eleva y engrandece
como la propia fe, nos mejora como la gratitud y nos consuela como la
esperanza, son cualidades de aquella naturaleza humana a un tiempo y cuasi
divina, que nos acerca a una perfección, a la que debemos llegar y nos llevará, a
satisfacciones más puras, que debemos sentir.
Y el alma, tiene esta misión
de perfeccionamiento y mejora, porque la vida, va a la pureza de la idea, porque
siente en lo temporal lo eterno, en lo finito lo infinito, donde la vida del
alma, tomará las formas y esencias de la naturaleza, siendo todo lo humano, su
fuente de inspiración.
Porque el alma no tiene
partes, es el todo. Donde el amor, que el hombre siente y anhela, deberá poseer
la belleza del pensamiento libre, para poder ver, entre todos los aspectos de
todas las cosas, y sin dudarlo, contra un criterio exclusivo, ya que, se pueden
levantar todos los demás, y contra una afirmación única, brotarían cien
negaciones, porque el alma y la belleza, que cada uno de nosotros sentimos,
serian negados, si fuéramos a definirlos, con un único criterio de razón o
autoridad.
La libertad del alma, nos otorga los placeres de gracia
y la delicadeza del sentir de los sentimientos.
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