La forma de los
fenómenos.
El significado, de la
distinción cualitativa de los fenómenos, nace exclusivamente, de la forma, donde
muchas veces, conjuntamente, el egoísmo como ley suprema de la vida, disuelve y
relaja todos los vínculos sociales y destruye la sociedad.
El ideal de vida, cuyos
principios establece Federico Nietzsche, mantiene que la plenitud del ser, debe
propiciar y resultará coincidente, con el arte de la poesía establecida, donde
siempre, se ha observado, que la conducta noble, honrada, moral, en una
palabra, produce una tranquilidad del espíritu, que no más se alcanza por los
caminos de la deslealtad y lo indigno.
Siempre, se ha podido
demostrar, con algún sencillo ejemplo, que si quisiéramos observar la
diferencia, entre la forma, o manierismo, de los elementos compositivos del fenómeno,
pueden resultar, ser los mismos en el fin, de los productos de la metamorfosis, ya
que, en el previo concierto de la energía, aunque pueda revestirse, de
diferente forma, los distintos estados de cualquier cuerpo, sostendrán las
diferencias idénticas, de una exclusiva forma personal.
Así podemos reflejar, que
un sonido cualquiera, al que le corresponde, cierto número de vibraciones,
donde la amplitud, variara con la intensidad; y sin embargo, aun cuando tal
numero sea fijo e invariable para el mismo tono, distinguimos y diferenciamos
con claridad el sonido, según el modelo o mecanismo natural de producirlo.
Reconoceremos, que en
el mismo sonido, existe un carácter dependiente de la composición de sus
elementos, en cuya virtud, podemos apreciar esas diferencias, que no son
originadas, ni por el tono, ni por la intensidad; ese sonido, corresponderá, a
un determinado número de vibraciones, de cierta amplitud, pero no es un
movimiento simple, antes bien, resulta de la combinación de otros varios más elementales,
es una suma, en la cual puede alterarse, el orden de los sumandos, sin que en
ella varíe; mas el cambio del orden, implica una variante de cualidad y forma,
de la que proviene la diversidad, de los timbres de un mismo sonido.
Con lo que la idea
clara, de la cualidad llamada forma, será porque, en el timbre de los sonidos
sólo ella influye, siendo causa, de una diferencia absolutamente absurda, de
otra manera.
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