Los instintos musas
Lo más inexcusable y
complicado en la vida, es amar a los otros, sin dejarse de amar a uno mismo. Y esto
ocurre, porque son errores, que provienen de un falso concepto de los instintos.
Por el hecho de ser
humanos, se ha pretendido, que tengamos cualidades peculiares, que nos impulsen
a obrar en determinados sentidos.
Sin embargo, hay que
tener en cuenta que para muchas almas, les resulta más que difícil, vivir sin
fingir, amar sin exigir, escuchar sin atacar o bien hablar sin ofender, y sin
darse cuenta, forman el origen de vínculos forzados, que resultan siempre dignos
de eludir.
Procuramos saber, que
hablar, nos resulta mayormente una necesidad, pero debemos entender que
escuchar es un arte. Y es aquí, cuando
muchos, inéditamente consideran, que la familia, no es una cuestión de sangre…
tal vez sea, de quienes, puede tomar tu mano, cuando más lo necesitas.
Porque hay que
considerar, que nadie pierde por ser puro, por hacer el bien, o por querer dar
amor, quien verdaderamente pierde, es el otro que no sabe recibirlo.
Luego, si aprendemos a escoger
nuestros pensamientos, resultará más sencillo y fácil, llegar a la paz, a la
luz, al amor o la esperanza.
El amor, es un espacio ilimitado, al pequeño horizonte que descubren nuestros ojos.
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